Nos reunimos para crecer en el conocimiento y obediencia a la Palabra de Dios. Haciendo esto, alabamos y adoramos a nuestro Señor Jesucristo con espontaneidad y teniendo comunión con la familia de la fe.
También servimos a la comunidad local y global proclamando el evangelio y haciendo discípulos de nuestro Señor Jesucristo en nuestra Jerusalén “y hasta lo último de la tierra” como Él lo ordenó.
Somos una iglesia que se ocupa del estudio cuidadoso de las Escrituras.
Practicamos el compañerismo cristiano, la integridad y la buena mayordomía de nuestros dones y recursos.
Tenemos un corazón misionero, especialmente por las naciones que aún no han tenido la oportunidad de escuchar de Jesucristo.
Servimos a nuestra comunidad local de diversas formas.
También, sostenemos misioneros de sus propios países y proyectos en medio de las naciones aún no alcanzadas.
Antioquía tiene sus finanzas completamente abiertas y proveemos de un informe financiero trimestral a cada miembro.